En la educación de la motricidad, la pelota tiene un rol particular, por ser un objeto lúdico por excelencia.
Su versatilidad y su fuerte atractivo hace de ella un elemento indispensable para efectuar movimientos y divertirse.
Al mismo tiempo a través de los ejercicios y juegos con pelota, el niño despues de tomar confianza con ella, estudia las trayectorias, los rebotes y desarrolla la coordinación.
El arte de enseñar consiste en escoger y realizar la estrategia necesaria para favorecer el comportamiento positivo, y de cooperación de los niños y al mismo tiempo obstaculizar aquellos negativos y hostiles.
La motivación intrínseca, es una fuerza interior que sostiene el deseo de hacer bien y el empeño de una actividad en la cual se obtiene satisfacción de lo que se hace y como se hace.